Los enlaces pequeños, pero con gran personalidad y carácter están de moda: pocos invitados, decoración relajada, pero hermosa, y momentos llenos de intimidad. Esta es la boda de Selene Mejia y Alejandro Marre.
Por Brenda Enríquez
La fuente de inspiración de su boda fue el estilo sobrio de la década de 1930. La sofisticación absoluta se vio reflejada en los elegantes novios.
Su ceremonia evidenció el estilo fresco y lleno de creatividad de la pareja, quien decidió compartir este momento únicamente con familia y amigos muy íntimos. Por ello, rompieron el protocolo de las bodas tradicionales y decidieron servir el catering estilo picnic, en un hermoso campo ubicado en la Antigua Guatemala. A los invitados les repartieron colchas para cubrirse del frío y que estuvieran más cómodos.
El menú incluía dobladas, chuchitos, tostadas, café y bebidas, muy guatemalteco. La música que amenizaba la reunión era de marimba.