La quimioterapia es un tratamiento especial que requiere el uso de fármacos fuertes para destruir las células cancerosas. Si se conoce bien de qué se trata y se toman los cuidados necesarios, no surgen complicaciones y la recuperación es favorable. Conoce las prácticas que te facilitarán este proceso.
Asegúrate de consumir alimentos muy bien higienizados porque la toxicidad del tratamiento modifica la mucosa gástrica y la vuelve vulnerable al contagio de gérmenes que provoquen infecciones intestinales. En la dieta elimina por completo el consumo de refrescos carbonatados y artificiales, consomés, saborizantes y sopas preparadas que solo requieren calentarse en el horno de microondas. Procura evitar las frituras, comida chatarra y todos los productos industrializados. Promueve una alimentación natural rica en frutas, verduras y hierbas que te aporten antioxidantes.
Lávala bien después de comer cualquier alimento, utiliza un cepillo de cerdas suaves, hilo dental y enjuague bucal. La razón es que en este periodo de recuperación se es susceptible a las caries, incluso si ya las hay, se complican con dolores de piezas dentales y hasta pérdidas.
Con el tratamiento generalmente se suele perder el cabello por mechones. Busca alternativas como pelucas, pañuelos, sombreros y turbantes que te hagan sentir cómoda.
La resequedad de la mucosa vaginal es mayor, por lo cual se está susceptible a la candidiasis. Será necesario consultar con el ginecólogo el uso de lubricantes y o tratamientos micóticos. Si estás en edad fértil, consulta a tu médico para utilizar algún método de planificación familiar, pero sobre todo, comunícate con tu pareja.
Cuéntale a las personas de tu entorno cómo te sientes, de esta manera ellos sabrán entenderte mejor. Fomenta la espiritualidad, ya sea con base a tus creencias o a las necesidades emocionales que tengas.
Involúcrate en grupos de personas que estén pasando por la misma situación. Escuchar sus logros te motivará a seguir con tu lucha.
Practica algún pasatiempo que te ayude a variar la rutina y a crear espacios de convivencia para mejorar tu estado de ánimo. Date un tiempo para ver películas que te suban el ánimo. Por ejemplo, en Netflix se encuentran disponibles estos títulos que tal vez pueden interesarte: Mi pequeña sunshine, Billy Elliot, En busca de la felicidad, Amelie, Siempre el mismo día, entre otras.
Si bien debes descansar, la lectura puede ser un buen aliado. Sabemos que los libros que tratan de cáncer o pacientes con esta enfermedad no siempre son los más divertidos y nos pueden hacer llorar a mares, pero estas recomendaciones te serán de utilidad: Buscando a Alaska o Bajo la Misma Estrella- TFIOS (de John Green) y Las Ventajas de ser Invisible, de Stephen Chbosky); Felices para siempre jamás, de Stephanie Perkins y Manual para el cuidado del cáncer de mama, de la doctora Sally M. Knox.
Fuentes: Fabiola Valvert, hemato-oncóloga, cfvalvert@gmail.com Jenny Valle Rosales, psicóloga de cuidados paleativos, jeniss79@gmail.com Instituto Nacional de Cancerología, INCAN, Teléfono 2417-2100.