La idea de que todas las mujeres sueñan con el diamante en el dedo anular es cosa del pasado, la soltería es otra opción.
Por Brenda Enríquez
El término solterona ha quedado atrás, la elección de la soltería por convicción es más común de lo que piensas. Según Carmen María Aceituno, psicóloga, las mujeres libres de compromisos matrimoniales se proyectan como más activas en puestos laborales, lo que demuestra que el rol de la mujer se ha transformado de forma paulatina en cuanto a sus metas y perspectivas de vida.
“Casarse y procrear ya no es una meta primordial para muchas que prefieren ser exitosas a nivel profesional, con ello no estamos diciendo que no puedan tener éxito casadas, sino que este grupo prefiere proyectarse de forma profesional, que convivir con una pareja estable y engendrar hijos”, asegura Aceituno.
Sin embargo, a lo anterior también se suma la fobia al compromiso que en muchas ocasiones surge porque han sido heridas o engañadas en relaciones pasadas, lo cual las lleva a perder la confianza ante el compromiso con alguien más, temiendo al fracaso, rechazo y pérdida.
Asimismo, el mundo actualizado y demandante de hoy exige mayor certeza al momento de tomar decisiones a largo plazo, por ello, muchas mujeres no desean descartar ninguna opción hasta estar seguras de que están tomando el camino correcto.
Pérdida de libertad
Las personas necesitan libertad para desempeñarse como seres independientes. Sin embargo, muchas veces algunas féminas ya casadas pierden su identidad, libertad e independencia por complacer a la pareja. Limitarse a realizar simples actividades como compartir con amigos, ir al salón de belleza, tomar un café a solas e incluso salir de viaje, puede crear confusión en mujeres excesivamente independientes, hasta el punto de preferir la soltería lejos de tomar un compromiso conyugal, afirma Margarito Castro, psicólogo clínico.
En la actualidad, la renuncia a sí misma dejó de ser un ideal, el deber conyugal ha sido reemplazado por el querer conyugal, y el amor propio ya no es incompatible con amar a otro. Precisamente, quererse a sí misma es una de las principales vacunas contra la dependencia, el maltrato y las relaciones de dominancia. La máxima no es: “Te amo, luego existo”, sino: “Me quiero a mí misma, luego puedo amarte”, cita la frase Walter Riso en su libro Los límites del amor.
¿Hijos? Ahora no
Existen algunas mujeres que ya tienen vida conyugal, pero entre sus planes no está la procreación de niños, cada una tiene proyectos en común que incluyen viajes o aspiraciones económicas, prioridades que postergan la maternidad. Además, agregan que el hecho de ser mujer no implica ser madre, tampoco lo utilizan como realización personal.
El desapego cuenta
“Es importante encontrar un balance en la vida. No podemos vivir sin afecto, nadie puede hacerlo, pero sí podemos amar sin esclavizarnos. Una cosa es defender el lazo afectivo y otra muy distinta ahorcarse con él. El desapego no es más que una elección que dice a gritos: el amor es ausencia de miedo”, explica Walter Riso en su libro Amar o depender. Esta es la recomendación del escritor para todas aquellas mujeres que toman como pretexto la libertad para quedarse solas.